Gran Bretaña se prepara para recibir a MotoGP. El gran premio del próximo fin de semana será una prueba de fuego para el trazado de Silverstone.
Gran Bretaña recoge la batuta del Mundial de MotoGP. El trazado de Silverstone ultima los detalles para recibir a equipos y afición en un gran premio que será importante para el trazado británico. Tras la cancelación de las carreras el pasado año, el circuito ha tenido que realizar de nuevo obras en el asfalto para solucionar los problemas de drenaje con la lluvia.
2018 vs. 2019
Marc Márquez es líder del Mundial con 230 puntos. En 2018 estaba en la misma posición con 201 puntos. Andrea Dovizioso es segundo con 172 puntos. El pasado año era cuarto con 129. La tercera plaza la ocupa Danilo Petrucci con 136 puntos. Hace un año estaba sexto con 105. Álex Rins marcha cuarto con 124 puntos. La pasada temporada era décimo con 66. La quinta plaza es de Valentino Rossi con 103 puntos. En 2018 era segundo con 142.
Le sigue Maverick Viñales con 102 puntos. En la pasada temporada era quinto con 113. Fabio Quartararo es séptimo con un total de 92 puntos. Jack Miller se coloca octavo con 86 puntos. El anterior año era duodécimo con 61. Cal Crutchlow es noveno de la clasificación con 78 puntos. En 2018 estaba octavo con 103. El top 10 lo cierra Takaaki Nakagami con 62 puntos. El pasado año era vigésimo primero con 11.
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— MotoGP en Movistar+ (@movistar_motogp) August 26, 2018
Silverstone 2018
El domingo de carreras amaneció con dos noticias: por una parte, Tito Rabat había sido operado satisfactoriamente de sus diversas fracturas en la pierna. Por otra parte, el circuito había realizado trabajos sobre el asfalto durante la noche para mejorar los problemas de drenaje.
La lluvia también hizo acto de presencia desde bien temprano, aunque en un principio aparecía de forma leve. La atención se centraba en MotoGP. Ya había pasado el turno de las dos primeras categorías, cuyas carreras no estaban disputadas. Salieron los pilotos de la categoría reina a parrilla a la espera de noticias. Todos coincidían en sus declaraciones: «Así es imposible correr». Las horas iban pasando y se produjo una reunión en las oficinas de IRTA. La opción más remota era aplazar las carreras al día siguiente, la más drástica y segura era cancelar el gran premio.
Con la primera vía descartada, quedaba agotar el tiempo para intentar correr el domingo. El Safety Car salía a dar vueltas. A las 16:30 h. se recibiría más información. El día se iba marchando y con él, la luz. Las 19:30 h. era el tiempo límite de actividad en pista. Finalmente, se canceló el Gran Premio de Gran Bretaña tras la ausencia de seguridad en muchas zonas de la pista y la importante opinión de los pilotos.
