El indie de Xoel López y Vetusta Morla conquistó Castrelos

Castrelos acogió un doble concierto con Xoel López y Vetusta Morla, que repitieron tras el éxito de su última vez actuando juntos hace 5 años

Xoel López y Vetusta Morla volvieron a ser protagonistas de una cita de Castrelos con el indie. Regresaron cinco años más tarde, cuando actuaron en un mini festival que organizó el Concello de Vigo a modo de prueba. Aquel 2 de agosto de 2019 actuó también el grupo Furious Monkey House.

En este caso las actuaciones del 16 de agosto de 2024 se limitaron a dos. A las 21:30 horas actuó Xoel López y después, a las 23:20 horas, fue el turno de Vetusta Morla.

Potencia y electricidad

Xoel López se encargó de abrir la cita musical en Castrelos. El artista acudió con Caldo espírito (2023), un nuevo disco bajo el brazo que presentó en Vigo. En el repertorio incluyó también sus canciones más populares de trabajos anteriores e incluso sorprendió versionando un conocido tema.

Guitarra en mano Xoel López abrió el concierto con Faneca brava. Le siguieron Esto no es amor y Elevarte caer, otras dos nuevas canciones para las que cambió de instrumento, sacando las maracas y la guitarra eléctrica.

Xoel López en Castrelos con las maracas. / Foto: Antía Lago

Un directo potente y eléctrico que fue cambiando de intensidad. El público se fue animando al ritmo de canciones como A serea e o mariñeiro, Glaciar y Que no. Consiguió hacerles bailar junto a él y que participasen con palmas y haciendo los coros. Además, el artista les dio protagonismo en varias ocasiones poniéndoles el micrófono.

Linternas y canción sorpresa

El momento más especial de la actuación de Xoel López se vivió con Tierra. Castrelos se iluminó con las linternas de los móviles, creando un mar de luces mientras la noche se abría paso. Además dejó al público que cantase solo el estribillo.

La siguiente sonar fue una versión de Ojalá que llueva café de Juan Luis Guerra. No estaba planeado incluirla en el repertorio, pero la interpretó unos días antes en A Coruña y decidió cantarla también en Vigo ante las peticiones de sus seguidores.

Xoel López con su guitarra en Castrelos. / Foto: Antía Lago

Complicidad

Xoel López demostró complicidad tanto con el público como los miembros de la banda que le acompañaron en el escenario. El artista lanzó a capela un verso de Ningún nombre ningún lugar y puso el micrófono para que los asistentes le siguieran, demostrando conocer la canción. Luego comenzó a sonar la música y el público lo dio todo cantando.

Xoel López poniendo el micrófono a los asistentes para que canten. / Foto: Antía Lago

El momento de mayor complicidad con la banda llegó con De piedras y arena mojada. Se unieron todos alrededor de la batería y demostraron sus dotes a la percusión. El público se encargó de los coros, igual que con Lodo. 

Xoel López puso el broche de oro a su actuación con Tigre de Bengala, que puso a Castrelos a bailar. El artista bajó del escenario para dar las gracias al público desde el foso y entregar su púa.

Cambios de letra con mensaje

A las 23:20 horas llegó el turno de Vetusta Morla. El grupo hizo parada en Vigo con una gira en la que se están despidiendo de los escenarios para hacer una parada temporal. El concierto en Castrelos era especial por más motivos que explicaron en una de las ocasiones en las que se dirigieron al público.

En las primeras canciones Pucho, vocalista del grupo, hizo un par de cambios en las letras de las canciones para lanzar un par de mensajes. El primero de ellos llegó con Puentes, que abrió el concierto. 

Inicio del concierto de Vetusta Morla en Castrelos. / Foto: Antía Lago

“Los puentes que nos unen no descansan sobre vigas, no los borrarán las guerras ni verán Palestina en ruinas”, cantaba en alusión a la guerra entre Israel y Hamás que está provocando la muerte de miles de palestinos a diario. El gesto se llevó la ovación del público, que no se esperaba este cambio en la canción.

Con la siguiente canción en sonar, El discurso del Rey, aprovechó para hacer un guiño a Vigo. “Haré de la cuesta de enero nuestra rampa aquí en Castrelos”, cantó Pucho.

Derroche de energía

Vetusta Morla derrochó energía durante todo el concierto. El inicio fue eléctrico y frenético con un parpadeo de luces y cambios coloridos que daban dinamismo a la actuación e invitaban a la locura y el desenfreno. Pucho no paró de moverse, paseándose incluso por detrás del escenario. Además, se animó a tocar el aro pandereta.

Pucho con el aro pandereta. / Foto: Antía Lago

El vocalista del grupo también se mostró cercano con el público y saludó a los celtistas que acudieron al concierto con la camiseta del Celta, ya que el concierto coincidió con el primer partido de Liga del equipo vigués de esta nueva temporada.

Los asistentes se dejaron llevar y también derrocharon energía. Disfrutaron cantando, bailando y dando palmas al ritmo de canciones como Mapas, Te lo digo a ti, Sálvese quién pueda y Valiente en las que el público se dejó la voz mientras Pucho se paseaba por el borde del escenario. Con La cuadratura del círculo ocurrió algo más especial ya que los asistentes empezaron a cantar solo los primeros versos.

Momentos íntimos

Uno de los momentos más especiales se vivió con Copenhague. El público encendió las linternas de los móviles, sobre todo los que estaban en las gradas. Pucho bajó del escenario para sentir de cerca el calor del público.

La recta final del concierto fue intensa y emotiva. Hicieron un inicio íntimo de Catedrales con Pucho acompañado únicamente por una guitarra. Después, se unió toda la banda.

Emotiva despedida

Con esta carga emocional intensa llegaba el momento de anunciar que el concierto estaba a punto de acabar. Pucho abrió su corazón y confesó lo importante que era este concierto en Vigo para Vetusta Morla.

«Queríamos agradecer con creces a todas las gallegas y todos los gallegos todos estos años que nos habéis dado. Habéis sido muchas primeras veces para nosotros. Nuestra primera gira oficial fue en Galicia. Alguna que otra gira ha arrancado por acá”, señalaba.

El vocalista del grupo apuntaba también que los inicios de la banda fueron en la sala viguesa La Fábrica de Chocolate. “Muchísimas gracias a todos los que nos habéis acompañado a lo largo de estos 15 años quizá que nos conocéis aunque llevemos más”, confesaba.

Vetusta Morla en Castrelos. / Foto: Antía Lago

También agradeció a Xoel López, con el que tienen buena amistad, por abrir la cita con sus “temazos” aunque no se les vio juntos en el escenario como sí ocurrió hace cinco años.

Pucho reivindicó la música en directo y explicó los motivos del parón del grupo. “Nos vamos a descansar. Ya sabéis que vamos a hacer un parón. Es un parón que para nosotros es más que justificado, más que necesario”, reconocía.

Emoción para acabar

Tras el mensaje de despedida llegaron las dos últimas canciones. Sonó Cuarteles de invierno en la que el público cantó y dio palmas. Lo dieron todo conscientes de que ya era el final de la cita.

El acompañamiento con palmas se mantuvo en Los días raros. Pucho se sentó y contagió su emoción. Castrelos se iluminó de nuevo con las linternas de los móviles del público, la mayoría de los que estaban en las gradas. Los asistentes se encargaron de hacer los coros y cantaron la canción con la que Vetusta Morla se despidió de Vigo por un tiempo.